Es una enfermedad distribuida por todo el mundo y que es causada por un agente viral del género Potyvirus, dentro de la familia Potyviridae. Por su nombre en inglés se denomina como OYDV (Onion yellow dwarf virus). Tiene una longitud promedio que oscila entre 722 y 833 nm y cerca de 13-16 nm de diámetro. Posee un rango limitado de plantas hospederas como son cebolla, ajo, shallot o chalota y ornamentales del género Allium y Narcissus; sin embargo, de manera experimental se ha podido transmitir a Chenopodium amaranticolor, además de que algunos áfidos colectados de plantas de correhuela y Sonchus oleraceus lograron transmitir el virus a plantas de cebolla. Este virus llega a causar reducciones en el rendimiento del ajo de un 27 a 35 % llegando incluso al 70 %, dependiendo de las condiciones del cultivo. En cebolla puede llegar a reducirlo hasta en un 60 %.
INFECCIÓN.
El OYDV puede sobrevivir en bulbos, dientes de ajo, bulbillos aéreos de ajo y plantas voluntarias (plantas de las especies cultivadas que emergen espontáneamente a partir de residuos de las cosechas anteriores) y su diseminación es por plantas infectadas. Muchas especies de pulgones, entre 50 a 60 especies, son reportadas como vectores del virus y pueden transmitirlo de forma no persistente, dentro de las que destacan Myzus persicae, Diuraphis sonchi, Rhopalospihum maidis, Aphis craccivora, Aphis gossypii y Acyrthosiphon pisum. Asimismo, se ha reportado su transmisión por inoculación mecánica con eficiencias del 60 % en cebolla. El virus no se puede transmitir por el contacto entre las plantas, por semillas o el polen. Al entrar a una de las células de las planta el virus se replica y se traslada a células adyacentes y posteriormente al resto de la planta. La mayor parte del virus se concentra en las hojas y en menor grado en el bulbo. La identificación del virus puede realizarse mediante el método de DAS-ELISA cuantitativo, aunque también se han desarrollado técnicas como la transcripción reversa acoplada a la reacción en cadena de la polimerasa (RT-PCR) para su diagnóstico, detección y caracterización.
SÍNTOMAS.
Las plantas jóvenes de cebolla infectadas, inicialmente presentan estrías o franjas amarillas en la base de las primeras hojas. Después, todas las hojas posteriores también presentan este síntoma y en algunas ocasiones se observan hojas completamente amarillas. De igual forma, las hojas pueden estar arrugadas, aplanadas y dobladas, las cuales después pueden caer. En el caso de los escapos florales, estos suelen ser curvos y amarillos, con menor cantidad de flores en la umbela y de menor tamaño. Tanto semillas como bulbos provenientes de plantas infectadas son de mala calidad debido a que presentan un menor tamaño en relación a los producidos por plantas sanas; sin embargo, si la infección ocurrió en las primeras etapas de desarrollo puede que no se presente la bulbificación.
Los bulbos de cebolla afectados pueden deformarse, sufrir un deterioro más rápido durante su almacenamiento o tener una mayor dormancia. En el cultivo de ajo se han reportado síntomas como mosaico severo, rayado amarillo y amarillamiento cuando la infección por este virus va acompañada de otros agentes virales. Al igual que en cebolla son afectados el desarrollo de la planta y el tamaño del bulbo. La severidad en la expresión de los síntomas puede ser modificada por la variedad o la cepa del virus.
MANEJO.
Material propagativo. Es indispensable emplear plántulas y semillas sanas libres del virus. El cultivo in vitro de meristemos permite obtener plantas sanas, ya que sus tejidos indiferenciados presentan impedimentos físicos que los mantienen libres de patógenos sistémicos como los virus. Por otra parte, se ha reportado que la termoterapia elimina el OYDV de un 90 a 100 % en las plantas tratadas.
ROTACIÓN DE CULTIVOS.
Algunos ciclos agrícolas (por lo menos tres) sin cultivar especies del género Allium pueden romper el ciclo de la enfermedad. Es necesario aislar los cultivos de otros que se relacionen, como es el caso del ajo y la cebolla, ya que el virus que afecte a uno afectará al otro.
RESIDUOS DE COSECHA.
Deben eliminarse todo residuo de cosecha que evite la emergencia de plantas voluntarias que sirvan de hospederos de vectores y del mismo virus. Es recomendable mantener el terreno cultivado y sus alrededores libres de malezas que puedan servir de hospederos para los áfidos.
CONTROL QUÍMICO DE VECTORES.
Control para áfidos.
Producto: Euforia.
Ingrediente activo: Thiametoxam + lambdacialotrina.
Modo de acción: Sistemico y de contacto.
Dosis x hectárea: 2ooml.
Bibliografia.
Commentaires