MILDIÚ EN CUCURBITÁCEAS (Pseudoperonospora cubensis).
- Agroquimicos Arca
- 26 mar 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 7 abr 2020
CLASIFICACIÓN CIENTÍFICA.
Dominio: Eucariota
(sin clasificar): SAR
Superphylum: Heterokonta
Clase: Oomicetos
Orden: Peronosporales
Familia: Peronosporaceae
Género: Pseudoperonospora
Especies: P. cubensis
INTRODUCCIÓN.
El mildiu de las cucurbitáceas se desarrolla tanto en climas templados como tropicales. Es una enfermedad que puede ocasionar importantes pérdidas en cultivares de pepino, melón, calabacín, entre otras cucurbitáceas, independientemente de si son cultivadas al aire libre o protegidas.
El agente causal de esta enfermedad es Pseudoperonospora cubensis, un hongo parásito obligado que requiere de agua libre para la dispersión de sus esporas. El micelio fúngico es hialino y no tabicado y los esporangios de color gris y forma ovoide o elipsoide, pudiéndose apreciar directamente en el envés de las hojas.
DESARROLLO DE LA ENFERMEDAD.
Los esporangios del hongo P. cubensis liberan esporas que se desplazan a través del agua mediante la utilización de sus flagelos. Cuando alcanzan la zona a infectar, germinan. La infección se lleva a cabo cuando la temperatura oscila entre 16-22ºC. Una vez infectada la hoja, el desarrollo del hongo se ve favorecido por la alternancia de temperaturas cálidas durante el día (25ºC) y frescas durante la noche (15ºC). Humedades relativas elevadas (80-90%), rocíos nocturnos y nieblas matinales también favorecen su desarrollo. Por el contrario, temperaturas inferiores a 5ºC o superiores a 35ºC detienen el desarrollo del hongo.
SÍNTOMAS Y DAÑOS.
Esta enfermedad se manifiesta exclusivamente en las hojas de las cucurbitáceas, ya sean jóvenes o senescentes. Inicialmente aparecen manchas de color verde claro en el haz, que paulatinamente se tornan de color amarillento y presentan formas poligonales. Por otro lado, en el envés se forma un fieltro con tonalidades gris-violáceas y aspecto un tanto oleoso en el que se producen las esporas del hongo. Posteriormente, estas manchas se necrosan y se secan desde el centro hacia fuera, adquiriendo la superficie foliar aspecto apergaminado. Sin embargo, los peciolos permanecen verdes, sosteniendo hojas que se han secado completamente, pero que permanecen unidas al tallo.
Dentro de la planta, los patógenos producen haustorios, pequeños órganos que facilitan el consumo de los nutrientes de las células vegetales vivas. Los patógenos siguen creciendo dentro de las hojas y tras un tiempo saldrán nuevas estructuras con esporas de las estomas. Debido a que hay más estomas en el envés de la hoja, este es el lugar en el que se observan más síntomas algodonosos.
control cultural.
· Elige cultivos resistentes.
· Aplica un barbecho amplio con cultivos no huéspedes.
· Evita un microclima húmedo, esto se logra disminuyendo la densidad del cultivo, procurando una buena aireación durante la propagación y manteniendo un clima cálido y seco en los invernaderos.
· Utiliza medidas de higiene. Empieza con un entorno limpio, elimina los residuos del cultivo y prevén las salpicaduras de agua.
Control químico.
Debe iniciarse el control químico una vez se observe presencia de enfermedad en los tejidos vegetales. Será de mayor importancia aún si las condiciones ambientales son favorables para la infección.
La aplicación de fungicidas debe llevarse a cabo cubriendo generosamente el envés de las hojas (inclusive las de la parte inferior o basal de la planta) y tallos. Se aconseja la utilización de mojantes para que la eficacia de la pulverización sea mayor y la selección de la dosis óptima para evitar la aparición de resistencias.
Producto: METALKIL.
Ingrediente activo: Clorotalonil + Metalaxyl.
Dosis x hectárea: 2k.
Fuentes.
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