top of page
Buscar

VIRUS DEL MOSAICO DEL PEPINO (CMV o Cucumber mosaic virus).

Foto del escritor: Agroquimicos ArcaAgroquimicos Arca

El CMV es el virus más común de cucurbitáceas. El CMV pertenece al género Cucumovirus, familia Bromoviridae y se trata de un virus ARN, afectando sobre todo al pepino, melón y calabacín. La infección causa síntomas severos tanto en campo abierto como en invernadero, pudiendo ser destruida más de una tercera parte del cultivo en poco tiempo. El CMV es uno de los virus con mayor distribución a nivel mundial, ya que además de afectar a la mayoría de las cucurbitáceas, cuenta con más de 1200 especies de plantas hospedadoras de 365 géneros diferentes pertenecientes a más de 100 familias de mono y dicotiledóneas entre las que se encuentran principalmente, además de las cucurbitáceas, crucíferas, solanáceas, compuestas y papilonáceas. De media, es muy frecuente llegar a tener pérdidas de producción en torno al 10-20%.



TRANSMISIÓN DEL VIRUS.


La transmisión es por contacto y mediante más de 80 especies de áfidos (pulgones), siendo los más comunes Aphis gossypii, Aphis craccivora, Aphis fabae y Myzus persicae. Éstos adquieren el virus tras introducir el estilete en las células epidérmicas, y lo transmiten a las plantas sanas cuando se alimentan de ellas. El virus puede ser adquirido en 5 segundos, pero la capacidad de transmisión se ve reducida tras los 2 minutos de haberlo adquirido. El virus no se transmite a la progenie. La incidencia de la enfermedad varía mucho de un año a otro, ya que la población de pulgones depende mucho de las condiciones climáticas. En los casos de primaveras y otoños suaves con lluvias escasas, la población de pulgones aumenta rápidamente alcanzándose valores de infección del 100% teniendo que abandonarse el cultivo. Además, se ha estudiado la transmisión de la enfermedad a través de semilla en al menos 19 especies, algunas malas hierbas, por lo que la diseminación y persistencia de las semillas de estas plantas hospedadoras puede jugar un papel muy importante en la epidemiología del virus.


SÍNTOMAS.


Los síntomas más frecuentes que se suelen observar son mosaico clorótico en hojas, encrespamiento y enrollamiento de las mismas (deformación). Además, produce enanismo de las plantas y los frutos muestran mosaico y en ocasiones deformación, lo que conduce a un bajo rendimiento del cultivo.



(Aphis Gossypii) VECTOR DEL VIRUS DEL MOSAICO.


Este pulgón tiene un amplio número de plantas hospedantes. Posiblemente más de setecientas en todo el mundo. Entre las cucurbitáceas cultivadas puede afectar seriamente a sandía, pepino, melón, calabacín y calabaza.


DAÑOS.


Directos. Se deben a la alimentación sobre el floema de la planta (existen muy pocas especies que se alimentan del xilema). Las ninfas y los adultos extraen nutrientes de la planta y alteran el balance de las hormonas del crecimiento. Esto origina un debilitamiento de la planta, deteniéndose el crecimiento, las hojas se arrollan y si el ataque es muy severo puede secar la planta. La detención del desarrollo o la pérdida de hojas se traduce en una reducción de la producción final.


Indirectos. Como consecuencia de la alimentación pueden generarse los siguientes daños indirectos:


Reducción de a fotosíntesis. La savia es pobre en proteínas y rica en azúcares, por lo que los áfidos deben tomar gran cantidad de savia para conseguir suficientes proteínas. Así, los pulgones excretan el exceso de azúcar como melaza que se deposita en el envés de las hojas y cayendo al haz de la hoja de abajo. Este exceso de melaza favorece el desarrollo de mohos de hollín, tizne o negrilla (Cladosporium spp.), lo que da lugar a una reducción de la actividad fotosintética de la planta y un descenso de la producción. Cuando este hongo mancha los frutos, deprecia su valor comercial.

Pueden transmitir a la planta sustancias tóxicas.


Vectores de virus fitopatógenos. Los áfidos pueden transmitir hasta 117 tipos de virus fitopatógenos. Los pulgones son el grupo de insectos más eficaz en cuanto a la transmisión de virosis, normalmente es realizada por las formas aladas. En los cultivos hortícolas destaca la transmisión de los virus CMV y PVY en solanáceas y CMV, WMV-II y ZYMV en cucurbitáceas.



MEDIDAS DE CONTROL.


El control implica uso de variedades resistentes, eliminación de malas hierbas y control del vector. En invernadero, primeramente hay que tomar medidas preventivas para evitar la entrada del vector. En este sentido una medida eficaz es la colocación de mallas mosquiteras perimetrales, además de eliminar cualquier maleza dentro y en las zonas colindantes al recinto.


CONTROL QUÍMICO DEL VECTOR.


  • Producto: Malation.

  • Ingrediente activo: Malation.

  • Modo de acción: Contacto.

  • Dosis x hectárea: 600 ml.

  • Producto: Nuprid.

  • Ingrediente activo: Imidacloprid.

  • Modo de acción: Sistémico.

  • Dosis x hectárea: 500 ml.


Bibliografía.



98 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


Publicar: Blog2_Post

2787320307

©2020 por Agroquímicos Arca. Creada con Wix.com

bottom of page