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Foto del escritorAgroquimicos Arca

BARRENADOR DEL FRUTO EN EL CULTIVO DE PIÑA (Strymon basilides).


El gusano barrenador o broca del fruto de la piña, también conocido como thecla, es un lepidóptero de la familia Lycaenidae. Es una plaga del cultivo de piña que afecta la forma de los frutos y genera galerías en su interior. El nivel de daño dependerá de su población y las condiciones ambientales de cada región, así como de la variedad establecida. El nombre científico de la plaga varía entre países; no obstante se ha establecido que son sinónimos Strymon basilides, Thecla basalides, Thecla basilides, Strymon megarus, Polyommatus megarus, Tmolus basilides, Thecla tigonia, Strymon amphyporphyra, Strymon rotundum, Strymon gallardi.



CICLO DE VIDA.


El ciclo de vida desde huevo hasta que emerge como adulto dura aproximadamente de 24 a 32 días, dependiendo de la temperatura.


Huevo. Una vez depositados los huevos, estos eclosionan al cabo de 3 a 5 días.


Larva. De forma general tiene 4 estadios larvales, aunque algunos reportan hasta 5 estadios. Al emerger del huevo, penetra la inflorescencia hasta el eje frutal, donde completa su desarrollo. En su primer estadio mide cerca de 2 mm, pero después de 7 a 12 días, e incluso hasta 18 o 20 días, ya que ha pasado por todos sus estadios llega a tener una longitud de 16 a 20 mm.


Pupa. Esta etapa tiene una duración de entre 7 a 12 días. La larva poco antes de pasar a la etapa de pupa cesa su alimentación para entrar a un período de quietud (prepupa), empupando en 24 horas. Tiene unas dimensiones aproximadas de 12 mm de longitud y 5 mm de ancho.


Adulto. Se reporta que esta etapa dura entre 5 a 7 días.


DAÑOS.


Recientemente se ha indicado que es capaz de atacar después de la etapa de pétalo seco y afectar el desarrollo del bulbillo (esqueje o hijo basal). Las hembras colocan los huevos en la base de las brácteas florales, poco después de la apertura de la primera flor individual; sin embargo, también pueden hacerlo en las flores abiertas, coronas y hojas que salen de la base de los frutos con 15 a 22 días de emergencia.


Larvas. Al emerger penetran por la base carnosa de la bráctea, devoran las piezas florales y se introducen en el eje floral a través del canal estilar, produciendo cavidades o galerías internas en el fruto tierno y provocando su deformación, así como el rechazo en el empaque de la fruta afectada. Se llega a observar en los frutos afectados una exudación gomosa y pegajosa de color blanquecino y ámbar, misma que se endurece en contacto con el aire y se oscurece más, este fenómeno se conoce como “gomosis”. Los orificios que elabora la larva al emerger una vez concluido su desarrollo, pueden servir de entrada para bacterias u hongos como Fusarium moniliforme y Penicillum foniculosum, hongos que podrían ser diseminados por los adultos. A menudo puede encontrarse más de una larva por fruto.


Pupa. En su último instar la larva regresa a la superficie del fruto para empupar en las hojas de los retoños situados bajo el fruto, o bien en el envés de las hojas de la base de las plantas o en el suelo.


Las pérdidas que ocasiona en el cultivo de piña suelen oscilar entre 5 y 10 %; no obstante, este porcentaje llega a niveles por encima del 50 % sino se aplican medidas de control, aunque en algunos casos pueden llegar a poco más del 90 %, dependiendo de la variedad y condiciones ambientales. Se ha observado que el ataque de este lepidóptero se ve favorecido por condiciones secas. Aunque su ataque suele ocurrir durante la floración y formación del fruto, este barrenador puede atacar a los esquejes basales y raramente actúan como minador de la hoja. Su dispersión es rápida debido a la disponibilidad de alimento durante todo el año y al libre movimiento del adulto.


MONITOREO.


Después de la inducción floral deben colocarse bolsas de color rojo, mismas que simulan el color de la flor, pero impregnadas con sustancias atrayentes adhesivas. Deben ubicarse principalmente alrededor de zonas cercanas a bosques o terrenos sin cultivos para atrapar a los adultos. El monitoreo debe ser más intenso entre la semana 7 y 13 después de la inducción floral, pues representa el período crítico de la plaga.


CONTROL CULTURAL.


Al momento de establecer la plantación debe respetarse una franja sin cultivo de 12 hasta 15 metros alrededor de las zonas con bosque o terrenos sin cultivar. Se recomienda eliminar alrededor de la plantación plantas hospederas, especialmente bromeliáceas, heliconias, musáceas y parásitas. Asimismo, deben eliminarse restos de cosechas anteriores y frutos dañados por las larvas. En algunos casos, se ha empleado con éxito el uniformizar la siembra al inicio de la precipitación para que la floración de la primera cosecha se logre en época lluviosa, época en la que no incide la plaga.


CONTROL BIOLÓGICO.


El uso de Bacillus thuringiensis (Bt), sobre todo la cepa kurstaki, ha dado buenos resultados en el control de larvas, por lo que es el producto más utilizado en piña. El Bt al actuar por ingestión, debe emplearse de manera preventiva antes de la emergencia de las larvas.


CONTROL QUÍMICO.


  • Producto: Malation 1000.

  • Ingrediente activo: MALATION.

  • Dosis x hectárea: 600 ml.


Bibliografía.


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