top of page
Buscar

ARAÑA BLANCA (Polyphagotarsonemus latus).

  • Foto del escritor: Agroquimicos Arca
    Agroquimicos Arca
  • 8 abr 2020
  • 3 Min. de lectura

El ácaro o araña blanca (Polyphagotarsonemus latus) está presente en las regiones tropicales y en las regiones de clima templado se encuentra en los invernaderos. Tiene una gran variedad de plantas hospedantes, especialmente pimiento, como berenjena, tomate y pepino. Además, también afecta a muchos cultivos ornamentales como la azalea, begonia, gerbera y ciclamen.


Los ácaros que pertenecen a la familia de los tarsonémidos (Tarsonemidae) muestran una mayor variedad de hábitos alimentarios que ninguna otra familia de ácaros: hay especies que se alimentan de hongos, algas, plantas, así como de insectos y ácaros depredadores y parásitos. Los que se alimentan de plantas pueden provocar daños considerables en sus huéspedes.


Los tarsonémidos como el ácaro blanco (Polyphagotarsonemus latus) atacan tanto a los cultivos hortícolas como a los ornamentales.



CICLO DE VIDA.


Su ciclo de vida presenta 4 estados: huevo, larva, "pupa larval" y adulto.


El inicio del ciclo de vida comienza con hembras que han conseguido alcanzar el cultivo. Estas hembras viven unos 12 días, durante los que realizan la puesta de unos 26 huevos, si las condiciones le son favorables.


En condiciones óptimas de desarrollo, las hembras pueden llegar a poner hasta 7 huevos diarios. Los huevos eclosionan tras 2-3 días de incubación, apareciendo entonces las primeras larvas. La larva no pasa a ninfa, sino que en el interior de sus tegumentos larvales ocurre la metamorfosis directa de larva a adulto. Esta ligera pausa en el desarrollo larval se conoce como larva inactiva o pupa larval.


Los machos aparecen un poco antes que las hembras. Su comportamiento inmediato tras la eclosión es un tanto singular; después de recoger con sus pinzas a "pupas larvales" que darán lugar a hembras, las fija con la papila genital y las transporta. Este sistema de transporte es por tanto el que origina la primera dispersión de la plaga en las plantas.

A partir de aquí la plaga coloniza las plantas, se reproduce y origina poblaciones que pueden ocasionar serios daños a los cultivos, especialmente en los primeros estadios de desarrollo de éstos. El número de generaciones que pueden desarrollarse es directamente dependiente de las condiciones climáticas y alimenticias, sucediéndose de forma continua si éstas le son favorables.



DAÑOS.


Los daños causados por el ácaro blanco (Polyphagotarsonemus latus) son similares a los causados por los virus. El patrón típico comprende la malformación y distorsión del crecimiento aéreo de la planta. Los ácaros tienen una preferencia por los tejidos vegetales jóvenes y en desarrollo, tales como las yemas apicales, las hojas jóvenes y las yemas florales. El mecanismo de deformación todavía no se comprende plenamente, se cree que al succionar el contenido de las células vegetales, los ácaros segregan sustancias que dificultan el crecimiento local.


Los ácaros se alimentan sobre todo de la base de la hoja, cerca del pecíolo, debido a lo cual la hoja se vuelve marrón y sus bordes se enrollan. Un síntoma típico de un ataque de ácaro blanco (Polyphagotarsonemus latus) es la aparición de bordes de color marrón oscuro en la base de las hojas jóvenes. En caso de infestación moderada, se observarán puntos marrones, a menudo hundidos, o rayas marrones que forman una red fina sobre las hojas. En caso de una infestación más seria, esta red se vuelve tan densa que ya no habrá más tejido verde a la vista. En la mayoría de casos, los nervios principales permanecen sin tocar debido a lo cual destacan como un patrón verde en contraste con el tejido marrón de la hoja. Se observan manchas marrones y acorchadas en los pecíolos y en los tallos.




Las yemas apicales de las plantas afectadas adquieren un aspecto deformado, con hojas retorcidas y una esporádica decoloración marrón causada por el acorchamiento. Si las plantas han sido atacadas gravemente, la yema apical podría morir y detener el crecimiento de la planta, provocando su necrosis.

El tejido acorchado también puede desarrollarse en el fruto. Al morir las células perforadas aparecerán más manchas y deformidades, causando deformaciones en los frutos que suelen abrirse en el lugar de los mismos. Las flores suelen decolorarse y, en caso de un ataque serio, se deforman. Unas poblaciones relativamente pequeñas pueden causar daños serios.



Frecuentemente, las hojas más bajas de la planta no sufren tanto mientras que las hojas más jóvenes resultan muy dañadas. La mayoría de ácaros blancos (Polyphagotarsonemus latus) se encuentran en el envés de las hojas jóvenes y en expansión. Los síntomas de un ataque permanecen visibles durante varias semanas, incluso después de que se hayan eliminado los ácaros.


CONTROL CULTURAL.


En invernaderos, colocar mallas (mínimo 10x20 hilos/cm2) en las aberturas laterales, cenitales y puertas, y vigilar y controlar el estado de las mismas, sobre todo de las que coinciden con la dirección de los vientos dominantes.

Vigilar que no haya roturas en los plásticos.

Eliminar las malas hierbas y restos de cultivos, ya que pueden actuar como reservorio de la plaga.

Utilizar material vegetal sano procedente de viveros o semilleros autorizados.


CONTROL QUÍMICO.


  • Producto: Abamex.

  • Ingrediente activo: ABAMECTINA.

  • Dosis x hectárea: 500 ml + 1L de GreenCitrus.


Bibliografía.



 
 
 

Comments


Publicar: Blog2_Post

2787320307

©2020 por Agroquímicos Arca. Creada con Wix.com

bottom of page