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ANTRACNOSIS EN CULTIVO DE PAPAYA (Colletotrichum gloesporoides).

  • Foto del escritor: Agroquimicos Arca
    Agroquimicos Arca
  • 30 mar 2020
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 7 abr 2020


Las enfermedades causadas por hongos pueden provocar pérdidas importantes en el rendimiento y la calidad de los cultivos. Éstos organismos vivos disminuyen la vida útil de las plantas y limitan su producción y comercialización, causando grandes pérdidas económicas.

Entre los hongos más comunes y peligrosos encontramos la Antracnosis, una enfermedad que aprovecha cualquier signo de debilidad por parte de los vegetales para poder multiplicarse y extenderse, dejando como resultado la presencia de manchas en las hojas y en los frutos, además de protuberancias en los troncos.



CONDICIONES PARA EL DESARROLLO DE LA ENFERMEDAD.


Este hongo se considera un patógeno débil en general; sin embargo, tiene un amplio rango de hospederos (68 especies) y puede sobrevivir en el suelo en residuos de plantas en descomposición por varios años. La humedad libre y las temperaturas entre 10 y 30 °C favorecen la infección de los hospederos. Los conidios fúngicos y los micro esclerocios pueden infectar el tejido hospedero que se encuentra en contacto con suelo infectado, o pueden propagarse al tejido hospedero a través de salpicaduras por la lluvia o el riego por aspersión. Posteriormente penetran el tejido directamente o ingresan a través de lesiones. Las infecciones en la raíz generalmente ocurren cuando los niveles de inóculo en el hongo son altos y las plantas están nutricionalmente afectadas por condiciones desfavorables o infectadas por otro patógeno, especialmente por Pyrenochaeta lycopersici.

La fuente de inóculo del hongo (conidios) puede encontrarse en otras partes de la planta como hojas cloróticas o secas, tallos y ramas afectados o hospederos alternos, posteriormente el inóculo pude dispersarse por medio del viento o el agua. Una vez dispersadas éstas se adhieren a la superficie del fruto y pueden germinar a las 24 horas produciendo el tubo germinal el cual penetra la cutícula del fruto. Después de la penetración de la cutícula las hifas pueden colonizar la pared celular del fruto; los primeros síntomas (periodo de incubación) pueden ser visibles después de 8 días aproximadamente y la producción de estructuras reproductiva del hongo dentro de la lesión (periodo de latencia) se presenta a partir de los 15 días aproximadamente.


Adicionalmente, C. gloeosporioides tiene la capacidad de quiescencia, es decir, permanece invernando en los restos de plantas infectadas, desechos vegetales, así como en las semillas permitiendo sobrevivir por largo tiempo y causar infección cuando se presenten las condiciones adecuadas, que generalmente es el momento de la maduración del fruto.



SÍNTOMAS Y DAÑOS.


La infección puede ocurrir en frutos, tallos, hojas y raíces, y las infecciones de frutos y raíces son las más severas. Aunque el fruto ya está infectado cuando está verde, los síntomas no aparecen hasta que madura. Las lesiones iniciales están hundidas y son circulares, y al expandirse se deprimen y aparecen anillos concéntricos. Los centros de las lesiones se vuelven pardos y se desarrollan muchas manchas oscuras (micro esclerocios). En climas húmedos, se produce una gran cantidad de conidios en una masa mocosa, rosa y gelatinosa en la superficie de la lesión.



MANEJO EN COSECHA.


Al momento de cosechar se deben emplear herramientas, equipo y empaque previamente desinfectados con productos como cloro o sales cuaternarias. Es necesario que las personas encargadas de esta labor previamente desinfecten sus manos. El empaque empleado debe reducir daños por golpes. Uso de empaque. El uso de cajas, periódico o papel encerado para envolver la fruta y/o empaques especializados (redes de poliestireno) evitan cualquier golpe o rozamiento entre las frutas o contra el suelo al momento de cosechar y/o empacar, lo que pudiese provocar algún estrés o herida por donde pueda entrar el hongo. Además se debe procurar exponer lo menos posible el fruto al sol cuando este se coseche, usando para ello mallas que reduzcan la radiación en los remolques de carga.


Lavado de la fruta. Cuando la fruta llega al empaque debe lavarse con una solución clorada a una concentración de 100 ppm.



MEDIDAS DE CONTROL.


  • Desinfectar el suelo antes de plantar.

  • Mejorar el drenaje del suelo y evitar el encharcamiento del agua de riego.

  • Espaciar los marcos de plantación cuando se tenga previsión de un clima propicio para esta enfermedad.

  • Eliminar las hierbas silvestres.

  • Evitar el monocultivo y el aumento de la densidad patógena en el suelo.

  • No mojar la parte aérea de las plantas, tales como las hojas, tallos y flores.

  • No dejar restos de cultivo afectados por la enfermedad, ya que son un medio de propagación, sus micelios pueden estar activos durante 2 o más años.

  • Adecuada fertilización principalmente de elementos como Ca y B los cuales juegan un papel importante en la formación de la pared celular de los frutos, confiriendo rigidez.

  • Limpiar las herramientas de poda antes y después de usarlas con alcohol de farmacia o unas gotas de lavavajillas.


CONTROL QUÍMICO.


Es importante mencionar que la aplicación de este producto en precosecha ayuda a una menor incidencia del patógeno en postcosecha (aplicaciones cada 2 o 4 semanas).


  • Producto: TAZER.

  • Ingrediente activo: Azoxistrobin.

  • Dosis x hectárea: 200g.


Bibliografía.



 
 
 

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