top of page
Buscar
Foto del escritorAgroquimicos Arca

ACARO DEL BRONCEADO DEL TOMATE (Aculops lycopersici).


El ácaro del bronceado del tomate (Aculops lycopersici, también denominado Vasates lycopersici, Vasates destructor y Phyllocoptes destructor en antiguas publicaciones) pertenece a la familia Eriophyidae. No provocan protuberancias, sino que viven libremente en las plantas de tomate. El Aculops lycopersici se detectó por primera vez en Australia y es una plaga que afecta a los tomates en todas las zonas en las que se cultivan. Igualmente, afecta a otros miembros de la familia de solanáceas, pero en menor medida.


TAXONOMÍA.


  • Reino: Animalia

  • Filo: Artrópodos

  • Clase: Arácnida

  • Orden: Trombidiformes

  • Familia: Eriophyidae

  • Género: Aculops

  • Especies: A. lycopersici



CICLO DE VIDA.


Los ácaros son extremamente pequeños en todos los estadios de su desarrollo y son difíciles de observar. Son largos, suaves, segmentados y en forma de torpedo; su cuerpo parece estar divido en dos partes: la cabeza con los aparatos bucales y el resto del cuerpo. Las etapas móviles solo tienen dos pares de patas, mientras que otros grupos de ácaros tienen cuatro pares.


Los huevos miden alrededor de 0.05 mm de diámetro y se ponen en el envés de las hojas, en los pecíolos de las hojas y en los tallos de la parte inferior de las plantas. Cuando se acaban de poner, son de un color blanco crema, pero al madurar se vuelven de un amarillo irregular. Los ácaros tienen dos estadios ninfales, larva y ninfa. El primer estadio ninfal tiene un color blanco transparente y un largo de alrededor de 0.1 mm. Suelen evolucionar al segundo estadio en un solo día, asimismo todos los estadios tienen un aspecto bastante similar. Los adultos se desarrollan después de 2-3 días. Su color varía del crema al naranja-amarillo, tienen una forma de cuña y son muy pequeños (unos 0.17 mm de largo), siendo los machos menor en tamaño que las hembras.


DAÑOS.


Los daños que provocan los ácaros se deben a que succionan el contenido de las células vegetales. Las hojas afectadas se enrollan levemente y su envés adquiere un brillo plateado. Más tarde, las hojas se vuelven de color marrón y se marchitan. Las hojas y tallos de la planta de tomate muy infestadas pierden sus tricomas o pelos foliares. Los tallos afectados adquieren un color marrón óxido y, en casos graves, pueden caerse. Los frutos también pueden sufrir daños y, si esto sucede en tomates, la piel se vuelve áspera y de color marrón rojizo, deformando el fruto. Puede causar daños realmente serios, especialmente en caso de temperaturas elevadas, provocando un crecimiento más rápido de la población. Además, las hojas afectadas se secan con gran rapidez. Los daños se observan primero en la parte inferior de la planta y evolucionan hacia arriba a medida que ascienden los ácaros.

Ataca en cualquier estado de desarrollo del tomate.

Las larvas penetran en los frutos, en las hojas o en los tallos de los que se alimentan, creando perforaciones y galerías (minas). Las minas son irregulares y se necrosan afectando al desarrollo de la planta.



MEDIDAS PREVENTIVAS CULTURALES.


Evitar dispersión mediante operaciones culturales.

Eliminar plantas muy afectadas.

Importante realizar una detección precoz al ser una plaga que se desarrolla en focos.


CONTROL QUÍMICO.


  • Producto: ABAMEX.

  • Ingrediente activo: Abamectina.

  • Dosis x hectárea: 500 ml + 1L de aceite vegetal GREENCITRUS.


Es un acaricida e insecticida selectivo, con efecto sistémico local y translaminar, de residualidad media, que actúa sobre formas móviles (larvas y adultos), para control preventivo a curativo temprano, en el manejo de ácaros. Penetra por hojas y se acumula cerca del sitio de ingreso; no protege tejido nuevo producido después de la aplicación.

En insectos: actúa por contacto dermal e ingestión, penetra a través de la cutícula del insecto durante la aplicación o con residuos sobre las partes tratadas, y también por la ingestión de tejido tratado.

Posee dos modos de acción fisiológicos. Por un lado, se une irreversiblemente a los receptores GABA en la sinapsis inhibida y por otro se une a los receptores H glutamato en la superficie del músculo. Esto produce un continuo e irreversible flujo de iones Cloro- que van hacia el interior de los tejidos musculares, suprimiendo permanentemente las contracciones de los músculos, visualmente manifestado como parálisis. Este modo de acción se llama Activación del Canal de Cloro y es un modo de acción único para el control de orugas de lepidópteros.


Bibliografía.


780 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


Publicar: Blog2_Post
bottom of page